jueves, 4 de octubre de 2012

Encerrada

   La pieza de arte que les dejo a continuación es un "cuento" que hice unas semanas atrás, el cual considero, y es notable, bastante autobiográfico  No soy muy buena en ésto de escribir. Cuando era chica, tenía más fluidez en las palabras y mi imaginación solía volar más alto, pero cada tanto escribo historias, me gusta mucho,  lo disfruto.


Encerrada

   Estoy encerrada. Paredes de mierda éstas que no logro tirar abajo. Creo que me esguince el tobillo derecho en el segundo intento de la “patada ninja transversal” que le pegué, y los nudillos me están sangrando. No paro de repetir palabras que ya no debería decir por mi edad que ya es supuestamente madura, y de acordarme del órgano de sexual de mamá. Miro a mi alrededor y lo único que veo es el color negro (no puedo diferenciar ni si quiera las paredes en la oscuridad), así que me voy poner a pensar… Nunca en mi puta vida pude manejar mi mente de modo tal que cuando pensara, pensara en lo que quisiera… por lo tanto si, voy a pensar en cosas que en mi vida cotidiana esquivo. Porque me mantengo ocupada, siempre hago actividades que jamás llego a disfrutar, o estudio, o duermo. Todo eso me ayuda a no pensar en cosas que me duelen pensar, pero más que pensar, me duelen aceptar…
   Mis defectos: Malditas características personales que no puedo cambiar por más que quiera. Son como boomerangs que aunque intente tirar lejos, y en eso ponga todo mi empeño, vuelven para burlarse y reírse en mi cara de las energías que gasté tratando de deshacerme de ellos… ¡Creo que una de las paredes se está acercando la re puta madre que me parió!... Uy Dios tengo que dejar de decir boludeces; Cómo se me va a estar acercando la pared? Esto me hace acordar a cuando era chica y “veía” que en la oscuridad alguien se movía… Bueno ya está no importa.
   Mis errores: Siento un dolor en el pecho y literalmente se me cierra la garganta cuando me acuerdo de cada uno de los errores graves que cometí en mi vida, de los cuales ahora me queda, y me va a quedar para toda la vida, la culpa. Me caracterizo por ser una persona culposa por lo tanto estos errores son los que me hacen sentir una mierda. Y lo peor de todo es que ya no los puedo cambiar. Ya pasaron. Ya los cometí y obviamente no puedo volver el tiempo atrás. Es decir que si fui una mierda en ese momento, también lo soy ahora, y lo voy a ser para toda mi vida... Creo que esto de pensar tanto me está alterando porque podría jurar que se movió la otra pared. Pero soy una tonta, todo porque no veo un carajo.
   La incertidumbre. Que feo que es recordar las épocas en las que era chica y lloraba desconsoladamente, sin importarme si estaba en la escuela, en inglés o en mi casa, por miedo a olvidarme las cosas que aprendía todos los días, o por miedo a la muerte. No se que voy a estudiar, no tengo ganas de estudiar, y tampoco se si voy a poder conseguir un trabajo. Es increíble el hecho de que vivimos preocupándonos por un montón de estupideces, o que vivimos estudiando millones de textos, y nos vamos a morir. La muerte es la nada, porque no creo en el Cielo (aunque me encantaría creer). Es decir que no hay ni siquiera sufrimiento o dolor una vez que te morís: NO HAY NADA. No existís más, ni para vivir, ni para nadie que viva… ¿Eso fue la pared? Yo no tomé nada, al menos que recuerde, así que no estoy entendiendo que mierda me pasa por la cabeza…
   Gente que murió: Hace unos días no paraba de preguntarme como se sigue la vida después de que alguien cercano a vos muere… Todavía, obvio, no le encontré una respuesta y creo que nunca la voy a encontrar. Porque no existe una solución posible, simplemente vivís, seguís viviendo, porque las obligaciones y el amor de la familia o de los amigos te arrastra a continuar con tu vida; Pero el dolor no te lo saca NADA, ni nadie. Siento todos los días una angustia que se que no se me va a ir jamás, por la gente que perdí en el transcurso de mi vida, o por la gente que mis seres queridos perdieron, y que nunca vamos a recuperar… BASTA, ahora sí, ¡Me tocó una pared la rodilla izquierda y estoy segura!...
   Abrí los ojos y nada había cambiado: Bren estaba revolcándose y pegándose con Ara; Mili y Ro seguían tomando el helado apoyadas en la columna de la cancha de tenis; Y yo desde mi posición podía ver el cielo entero, sin una sola nube, otra vez.